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Los sistemas alimentarios enfrentan un triple e intimidante reto que exige a los gobiernos adoptar un enfoque más integral

 

 

27/01/2021 - Los sistemas alimentarios afrontan el triple reto de proporcionar seguridad alimentaria y nutrición a una población mundial en aumento, dotar de medios de subsistencia a los productores agrícolas y a otras personas que trabajan en cadenas de suministro de alimentos de todo el mundo y, al mismo tiempo, mejorar la sostenibilidad ambiental.

Según un nuevo informe de la OCDE, dada la profunda interconexión entre estos objetivos, los gobiernos precisan emprender muchas más acciones que tomen en cuenta las sinergias y ventajas/desventajas prevalecientes entre las diferentes áreas, así como los retos para desarrollar políticas más congruentes.

Making Better Policies for Food Systems (Formular mejores políticas para los sistemas alimentarios) reúne resultados de investigaciones realizadas por la OCDE durante décadas y recomendaciones en materia de política pública sobre sistemas alimentarios. En el informe se destaca el largo historial de la Organización aportando datos, evidencias y recomendaciones de política sobre temas diversos, desde la productividad y el comercio agrícolas hasta la obesidad, el uso del agua, el desarrollo rural y las cadenas de valor mundiales. Se hace notar que, en términos generales, estos y otros temas se consideraron de forma aislada, y no como componentes de políticas de sistemas alimentarios más amplios.

La importancia toral de los sistemas alimentarios para los Objetivos de Desarrollo Sostenible impulsó a la ONU a convocar a la Cumbre sobre los Sistemas Alimentarios en septiembre de 2021. Según el informe de la OCDE, el desarrollo de un nuevo "enfoque de sistemas alimentarios", capaz de avanzar en las tres dimensiones de seguridad alimentaria/nutrición, medios de subsistencia y sostenibilidad ambiental a la vez, requerirá la coordinación óptima de los responsables de la formulación de políticas en múltiples sectores, como los de agricultura, pesca, medio ambiente y salud pública.

Para poner en marcha el nuevo enfoque, los formuladores de políticas tendrán que adoptar una visión integral de los objetivos de los sistemas alimentarios, así como nuevas iniciativas para evitar políticas incongruentes. En la práctica, eso implicaría que los responsables de formular las políticas agrícolas —que tradicionalmente se han centrado en la producción en este ámbito— pusieran mayor énfasis en los posibles efectos de dichas políticas en los resultados nutricionales y ambientales. De igual manera, en tanto que en el pasado los problemas ambientales relacionados con la agricultura se abordaron mediante políticas agroambientales, el enfoque de sistemas alimentarios abre la posibilidad de utilizar otros instrumentos, como aquellos que fomentan cambios en el comportamiento de los consumidores o las empresas.

Ese tipo de enfoque basado en sistemas alimentarios reconoce la complejidad de las posibles sinergias y ventajas/desventajas de la seguridad alimentaria y la nutrición, los medios de subsistencia y la sostenibilidad ambiental. El incremento de la demanda de algunos productos alimentarios puede resultar beneficioso para los productores de los países pobres y, al mismo tiempo, traer consigo consecuencias ambientales negativas. Los cambios en los precios de los alimentos pueden ser ventajosos para los productores y a la vez, perjudicar a los consumidores más pobres. Las condiciones de los pequeños productores de los países en desarrollo, quienes dependen de técnicas agrícolas extensivas basadas en el pastoreo son muy distintas de las de los productores de economías avanzadas que emplean alta tecnología.

La complejidad requerirá políticas públicas personalizadas y multidimensionales, derivadas de procesos de política sólidos, basados en evidencias e incluyentes. La OCDE pone de manifiesto la clara necesidad de reformar las políticas de apoyo a la agricultura y la pesca, las cuales son sumamente distorsionantes y generan efectos ambientales negativos. Más que eso, como se sostiene en el informe, formular mejores políticas para los sistemas alimentarios requerirá superar desacuerdos sobre los hechos, pero también conciliar intereses divergentes y valores diferentes entre las partes interesadas.

Estudios de caso sobre el sector de las semillas, el sector de ganado rumiante y el sector de alimentos procesados aportan debates a fondo sobre la manera en que cada uno puede ayudar a abordar el triple reto, las sinergias y las ventajas/desventajas prevalecientes, así como los diferentes procesos de política que se han utilizado en varios países.

El informe se centra en tres áreas interrelacionadas:

  • El desempeño real de los sistemas alimentarios y la función de las políticas públicas.
  • La manera como los responsables de formular políticas pueden diseñar políticas sobre sistemas alimentarios que tomen en cuenta las tres dimensiones de seguridad alimentaria/nutrición, medios de subsistencia y sostenibilidad ambiental.
  • Los factores comunes que complican las acciones orientadas a diseñar mejores políticas sobre sistemas alimentarios y las posibles soluciones.

Para obtener más información relativa al trabajo de la OCDE sobre sistemas alimentarios, visite: www.oecd.org/food-systems.


Las consultas de los periodistas pueden dirigirse a Lawrence Speer en la Oficina de Medios de la OCDE (+33 1 45 24 79 70). 

 

Trabajando con más de 100 países, la OCDE es un foro de política global que promueve políticas para mejorar el bienestar económico y social de los habitantes de todo el mundo.

 

 

 

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